viernes, 18 de junio de 2010

Mala digestión

Pocas cosas hay que me gusten más que los macarrones con chorizo. Sobre todo si están hechos de otro día y sólo tengo que calentarlos. Como comer sola es un coñazo, me siento delante de la tele y veo las noticias. 

Me mareo un rato de cadena en cadena, en todas hablan del mundial, y a mí eso me importa un pimiento. Me voy al canal 24 horas noticias, ese nunca me falla. Me encantan sus presentadores, sobre todo la rubia del tiempo, que no suele acertar demasiado, pero sonríe mucho y viste con estilo.

Termino de ponerle el queso a los macarrones mientras escucho que un hombre ha sido asesinado en Estados Unidos frente a un pelotón de fusilamiento. Este hombre estaba condenado a muerte por matar a otro hombre hace unos años. Su abogado insiste en su inocencia pero como nadie le cree, el reo ruega clemencia. Para mi asombro, la familia de la víctima también solicita clemencia. Pero de eso no debe haber mucho al otro lado del charco. La pena sigue en pie. El condenado pide ser ejecutado frente a un pelotón, porque quiere dar la cara, defendiendo su inocencia hasta el final. Y yo no entiendo nada de nada.

Empiezo a comer, que los macarrones se me enfrían. El tomate ya se está oscureciendo por los bordes, pero no me apetece ir otra vez al microondas. Resulta que eruditos economistas comunican que la economía de China va a crecer un 9% este año. Sus exportaciones van de lujo, las empresas crecen y cada día que pasa se enriquecen más. Pero los chinos currantes siguen cobrando sueldos de mierda. Algunos han ido a huelga. No son avariciosos, quieren pasar de sueldos miserables a sueldos mediocres. Pero por lo menos que se note una recompensa por su esfuerzo, a fin de cuentas ellos son los que llevan a las empresas al éxito. No sabemos cómo acabará la cosa, pero no me extraña que emigren tantos.

Casi me parto un diente con un trozo de chorizo petrificado. Y de piedra me quedo cuando veo que Japón ha incumplido su tratado de no agresión a las ballenas. Según este tratado los países firmantes se comprometían a no cazar ballenas para uso comercial, sólo con fines de investigación. Así que Japón soborna a varios centros y laboratorios para cazar y traspapelar a los cetáceos, nada menos que 160.000 ejemplares. 

Se acabó. Ya no tengo hambre. Puto planeta de locos.

1 comentario:

  1. A veces es mejor estar desinformado :-P

    Yo me entero de lo que pasa en el mundo muchas veces a través de mis compañeros de curro, lo malo es que luego tengo que contrastar las noticias porque me las dan un poco "a su manera".

    Esta noche cenamos rico con Mujeres Desesperadas y se te pasa el ardor noticiero ^^

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