domingo, 6 de diciembre de 2009

Memorable

El pasado es un inmenso pedregal que a muchos les gustaría recorrer como si de una autopista se tratara, mientras otros, pacientemente, van de piedra en piedra, y las levantan, porque necesitan saber qué hay debajo de ellas. A veces les salen alacranes o escolopendras, gruesos gusanos blancos o crisálidas a punto, pero no es imposible que, al menos una vez, aparezca un elefante...

El viaje del elefante, de José Saramago

lunes, 2 de noviembre de 2009

¡Yo quiero vivir en Farm Ville!

Eso me dijo la Marian el otro día.

Mi madre me suele contar que de pequeña yo quería ser granjera. Tenía planeado vivir en una granja con vaquitas, cerditos, patitos y pollitos. Y también con muchos hijitos. Mi madre me decía "¿y si tu marido no quiere?", y yo le contestaba "pues que se vaya".

domingo, 1 de noviembre de 2009

Definitivamente estabilidad no...

... es la palabra, no. El 2008 fue un año malo pero el 2009 está siendo un año raro, raro... No entiendo como Quen sigue conmigo y me soporta. Ni si quiera sé cómo mi gato me soporta.

Me costó mucho tiempo superar lo de Localia, y eso que las últimas semanas junto a Laura fueron una agonía. A veces nos daba la modorra y nos poníamos las dos a llorar, vaya cuadro. Un fortuito accidente domestico me inhabilitó la mano con la que tenía que firmar el contrato en Sogecable, vayapordiox, así que el mundo de las escaletas siguió adelante sin mí.

Y fueron unos meses inolvidables. Descubrí cuánto me gustaba ser ama de casa, irme con las vecinas al mercado, a la tintorería, charlar en el portal con los vecinos y sus perros, y recibir a mi maridito con una estupenda cena después de su dura jornada. Tenía mucho tiempo para leer, escribir, pasear y pensar. Y también tenía tiempo para perderlo. Ala, de sobra.

Pero el dinero se acaba y, aunque no da la felicidad, si da luz, agua, gas, intenné, y más cosas, así que me fui con Noe a trabajar para Hacienda durante la campaña de la declaración de la renta. De teleoperadoras, por supuesto. Vaya experiencia. No es el trabajo de mis sueños... no es el trabajo de los sueños de nadie. Aguantar a según qué personas es un horror y además pagan muy poco, pero me alegro de haberlo vivido. Y lo haría de nuevo. Dejando a un lado a los impertinentes, a los groseros y a los ignorantes, descubres todo un mundo de personas de lo más curioso. Gente que vive en cuevas, en barcos, con el marido en prisión, hombres y mujeres de otros países intentando pedir cita sin entender apenas castellano... Algunas historias eran de película. O más surrealistas que en las propias películas. Fascinante.

Aquello duró hasta finales de junio. Además del máster en sociología aplicada a los impuestos de la clase obrera (los ricos no nos llamaban, tienen un gestor), también aprendí algunas cositas sobre declaraciones de renta, si, eso que también es fascinante... Y las compañeras eran unos soles.

Después llegaron las vacaciones. Quentin y yo nos fuimos de camping a San Vicente de la Barquera. Tienen una playa preciosa y larguísima para dar paseos, el agua estaba helada pero me bañé todos los días, y Quen me descubrió la madriguera del Rey Cangrejo, ¡oh! Tuvimos suerte con el tiempo, soló diluvió dos días, los cuales aprovechamos para comernos una parrillada de mar y tierra (un día) y una paella de marisco repleta de cigalas (el otro). Todo eso regadito con rioja, y como somos unos blandos, nos pillamos una moña muy simpática.

También hubo visita oficial a los pueblos. Primero al pueblo de Mari, Riocerezo, y después a casa de mis padres en Biescas. En ambos sitios nos cebaron y nos cuidaron de lujo. Nos fuimos a dar paseos por las montañas, el río, la charca, las calles del pueblo... Y en las horas de la siesta Quen y yo nos pasamos el Runaway 1 y 2. ¡Planazo! Por cierto, a ver si sale ya el 3...

Entonces llegó el mensaje. Un mensaje de mi antiguo profesor de cine de Metrópolis, proponiéndome una historia la mar de interesante, ser ayudante de Script en una serie para Globomedia. Por supuesto que sí. Y en eso ando enfrascada ahora mismo. Llevamos mes y medio de grabación y tengo chorrocientas historias que contar, pero eso ya para otro día.

Desde que tuve la entrevista hasta que empecé a currar pasó otro mes, que aproveché para leerme todos los libros de Harry Potter. Me quedé a mitad del siete, ¡por qué poco! Y sólo puedo deciros que amo con locura a mis niños, a Harry, a Ron y a Hermione. Sobre todo a Ron (siempre tiene que haber un favorito, no?). He vivido con ellos un mes plagado de aventuras fascinantes, hemos descubierto secretos, matado monstruos, nos hemos enamorado y sobre todo nos hemos reído un montón. Y les echo de menos... En cuanto tenga más de un día seguido libre terminaré el siete, que me mira amenazante desde la mesilla... Pero es que cuando me lo acabe ya no habrá más... ¿Qué hago? Sniff...

Escribir ha sido una bonita manera de superar el síndrome del dominguero (del domingo por la tarde cuando te das cuenta de que, vaya, ya casi es lunes, joder). Igual repito.

miércoles, 28 de enero de 2009

¿Estabilidad? ¿Ein?

Una día le dije a Quen que es súper importante tener clara tu lista de prioridades. Si la tienes clara y ordenada, todo es más fácil porque si te surge un conflicto interno o del tipo que sea, ante la duda, consultas la lista y ella te ayuda a dar el siguiente paso o a tomar decisiones. Igual un día escribo aquí mi lista, aunque es algo tan personal que me da un poco de vergüenza, lo reconozco... El caso es que la prioridad número uno de mi lista es la estabilidad en el más amplio sentido de la palabra. Bueno, se supone que hablamos de estabilidad emocional, pero si tienes estabilidad en el trabajo, en la familia, con tu pareja... la otra viene sola.

Así que desde aquí, desde mi humilde blog, maldigo a todos aquellos que de una manera u otra están haciendo peligrar mi estabilidad. ¡Basta ya! ¡Que me canso, joé! ¿Es que nadie me va a decir nada? Una cosa es no hacer planes... y otra esto. A ver si la cosa va a consistir en hacer cada uno lo que le de la gana. Que lo mismo me da el siroco y hago las maletas y emigro. Grrrrr...

Ni si quiera el tiempo sabe lo que quiere, menos mal que los animalitos de Ramón me entienden... (elpais.com)

Empezando de cero

Creé este blog (otro más para mi colección) con la idea de estrenarlo el día que me quedara oficialmente en paro. Me llevan echando del trabajo dos meses y sin embargo estoy escribiendo esto desde mi despacho-antro, este estupendo lugar que comparto con mis compañeros y que no creo que eche mucho de menos en un futuro... La idea era empezar de cero, ya que entro en una nueva etapa, como cuando empezaba el curso en el cole y mi madre me compraba cuadernos nuevos, cómo me gustaba estrenarlos, con sus tapas brillantes e impecables, con todas sus hojas en blanco... Todavía siento obsesión por los cuadernitos de colores...

Total, que no he podido aguantarme. Me daba pereza resucitar blogs viejos, y al fotolog le he cogido manía, ha perdido todo su sentido y ahora sólo es un hervidero de adolescentes que suben sus fotos de borrachera. Así que me quedo con esto. Dudo que alguien lo lea, pero yo escribiendo me siento mejor, es reconfortante. Creo que este fenómeno se denomina EGOBLOG... Qué cosas tan modernas...