jueves, 19 de julio de 2012

Sobre las musas

2011 fue un año complicado. Raro, duro, largo, con sus más y sus menos. Pero al fin terminó. Y cuando creíamos que las cosas no podían ir peor, llegó 2012. Recuerdo que lo empecé con ilusión. ¡Hay tantas cosas por hacer todavía! Pero aún estamos en julio y yo ya estoy agotada. He conseguido acumular montañas de anécdotas, novedades y experiencias. Pero la inspiración me abandonó. Cuando tenía cosas que contar, no tenía tiempo; cuando sacaba un rato libre, no tenía ganas. Me he visto, casi sin darme cuenta, involucrada en una nueva profesión de la que tengo mucho que aprender todavía. La buena noticia de hoy es que me han admitido en el máster de profesora de secundaria, algo que me venía quitando el sueño desde hacía un tiempo. Tengo muchas más buenas noticias, pero por desgracia algunas malas les hacen sombra. Sé que las fuerzas para salir adelante las encontraré en la ilusión por todo lo que está por llegar, pero a veces la mente humana es cruel, y lo que me invade es la inseguridad, la desconfianza y la nostalgia. Y para escribir porquería, prefiero quedarme callada.