lunes, 20 de noviembre de 2023

Querida mamá: siete años

Querida mamá: 

aunque hablamos a diario, no quiero dejar pasar la oportunidad de escribirte la carta del aniversario de tu muerte. El mes de noviembre siempre es una mierda, a pesar de las cosas bonitas que me regala la vida. Me faltas todos los días, y es horroroso, pero en este mes me afloran los recuerdos de tu partida, de la última vez que te di un beso y te dije que te quería. Estabas muy enferma y no supimos valorar cuánto. Lo siento muchísimo. 

Como sabes, todo nos va fenomenal. Tú siempre me decías que conseguiría el trabajo de mis sueños a los 40 años, al igual que te pasó a ti, y sólo te has confundido por un año. Soy feliz y me siento realizada, me dedico a lo que me gusta, tengo muchas amigas, unos hijos maravillosos y un padre que me quiere y me cuida. Pero te echamos de menos. A veces salgo de clase y siento la necesidad de llamarte, el cerebro todavía me traiciona y por un instante pienso que vas a descolgar el teléfono. Me enfada no poder celebrar contigo todos mis éxitos, que en gran medida se deben a ti, mi ejemplo de vida, mi heroína. Fuiste una mujer extraordinaria que tuvo mala suerte, pero dejaste en mí una huella poderosa e imborrable de amor, bondad, tenacidad y ambición. 

Este año, quiero dedicarte un poema de tu admirado Benedetti.

Si mañana no despertara, sólo cree que me he dormido. Piensa que, en la paz de mi sueño, te sueño y no me he ido. También escucha mi música, lee mis libros, usa mi ropa, toma mi copa, bebe mi vino. No me recuerdes ausente, no me busques en el olvido. Búscame dentro tuyo: ahí estaré contigo.

Te quiero con toda mi alma, siempre.