lunes, 20 de noviembre de 2017

Querida mamá: un año

El 17 de noviembre es una fecha muy especial en nuestra familia: celebramos Santa Isabel de Hungría, la festividad del nombre que tú elegiste para mi. Así se llamaba tu abuela, Isabel Caudevilla, a la que tanto querías y admirabas.

Tengo que admitir que me fastidió bastante que el año pasado no estuvieras en la celebración. Llevaba días organizando la fiesta, había elegido un buen vino y estaba deseando verte reír junto a tu nieta. Por eso, cuando me dijiste que te encontrabas mal y que no ibas a venir, me sentí molesta, incluso le dije a papá que pasara él un rato cuando tú estuvieras acostada. No obstante, cuando salí del trabajo, pasé por tu casa a verte. Bueno, en realidad, pasé a recoger una camisa para un disfraz. Te vi nerviosa y preocupada, te encontrabas mal de verdad, y en aquel momento solo quería que se detuviera el tiempo para quedarme a tu lado. Pero no podía ser, tenía invitados esperando. Te di un beso en la frente y te deseé una buena noche. "Te quiero mamá, que te mejores".

Pasamos una velada preciosa. Olivia no paró de reír y saltar. Después de la cena jugamos y bailamos hasta bien entrada la noche. Tu madre Carmina disfrutó como nunca. Éramos felices. Papá me dijo por Whatsapp que te habías acostado pronto.

Al día siguiente, después de comer con mi amiga Zulay, fuimos a recoger a Olivia a la guardería y quise subir a verte, pero papá me aconsejó no hacerlo, pues estabas en la cama y necesitabas descansar. Así que me despedí de él, hicimos las maletas y nos fuimos a Burgos. Celebrábamos el cumpleaños de David y nos esperaban todos los amigos. Olivia y yo caímos enfermas, una gastroenteritis horrenda, luego supimos que papá también la padeció. Debimos contagiar a bastantes personas, fueron dos días caóticos.

La siguiente vez que te vi, estabas descansando en paz en tu lecho de flores. Cientos de personas vinieron a verte. Te di un último beso en la frente. "Te quiero mamá, eres maravillosa".

Llevo días preocupada pensando en cómo me iba a sentir hoy, el día que se cumple el primer aniversario de tu muerte. Es horrible mamá, muy triste. No puede ser, yo te necesito, te quiero, te echo de menos.


1 comentario:

  1. Mi querida amiga Isabel, busco palabras que puedan reconfortarte ante tanto dolor y reconozco que me quedo en blanco. Tu madre fue una mujer maravillosa, que les dió todo su amor no solo en palabras sino también a través de sus acciones y aunte ya no esta presente de cuerpo físico, estará en todo el transitar de vuestras vidas. Tú eres una expresión de su amor, eres una persona especial que llegas a los corazones de quienes tienen la oportunidad de conocerte, y yo me incluyo en ese grupo de amigos. Llegue a tí una suave brisa que te llene de paz y bien. Te quiero mucho amiga/hermana.

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