jueves, 5 de agosto de 2010

Amistad

Caminaba por el centro de la acera acompañado de su sombra. Aquella gigantesca ciudad dormía ante sus ojos. Intuía los murmullos de los seres de la noche, y el ruido de algún que otro coche. Apagó el cigarro en el suelo y decidió volver a casa. Nunca se le dio bien hacer amigos.

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