Sobre los gustos

Reunió Jesús a sus discípulos y les relató la siguiente parábola:

Estaban dos amigos paseando por el mercado, charlando amistosamente, cuando decidieron parar a comprar un helado. El primero le comentó a su compañero:

- Con este calor, lo que más apetece es un helado. ¿De qué sabor lo quieres, hermano?

- ¿De qué sabores hay?

- De vainilla y de chocolate.

- Lo tomaré de chocolate, gracias.

- ¿De chocolate? ¿Estás seguro?

- Si, estoy seguro.

- ¡Pero si el de vainilla está más sabroso!

- Ehr... Puede ser, no sé... Pero es que me gusta más el chocolate.

- ¿Pero cómo te puede gustar más el chocolate? ¡No tienes ni idea! El chocolate dice... ¡Pero si la vainilla está mucho más rica! 

- Eh... lo siento, en serio... No sé, es una cuestión de gustos ¿no?

- No sabes lo que dices. Por favor... de chocolate... Anda, anda... ¡Si lo sabe todo el mundo! La vainilla no sólo está mas buena sino que tiene unas propiedades nutritivas increíbles. ¿Ves como no tienes ni idea? Si es que hablas por hablar, pero claro, tú que sabrás... Chocolate, ¡ja! Lo que hay que oír. Si lo sabe todo el mundo... ¡Vainilla, hombre, vainilla! ¡Heladero! ¡Dos de vainilla! A ver si aprende el zopenco este... que no tiene ni idea de la vida [bla, bla, hasta el infinito]

Los discípulos de Jesús asintieron dándole la razón en todo. Cualquiera le lleva la contraria al jefe.